lunes, 13 de diciembre de 2010

INSEGURIDAD: … SIDA, PLATON Y DESPUÉS…

Por Picho

Bs. As. 01 de Julio de 2009



El SIDA no es solo letal (por ahora), es también una de las mas sofisticadas y fascinantes enfermedades con las cuales se ha enfrentado el hombre. Esta infección tiene la “mortal virtud” biológica de no producir una enfermedad especifica,... corrompe o sencillamente destruye las defensas orgánicas de un cuerpo.


Los procesos químicos empleados para que ello ocurra son, tal como antes dije, sofisticados y fascinantes. Son precisamente estos procesos y sus consecuencias las que hacen que muchas veces uno esté tentado de aplicar un idéntico razonamiento al funcionamiento macroscópico, es decir al funcionamiento social. Sin duda no es lo mismo tratar con células que con seres humanos, sin embargo en auxilio de esta “tentación” se puede señalar que las teorías más importantes que explican muy acertadamente el funcionamiento y creación del universo, como así también la naturaleza de las estrellas, fueron dilucidadas a partir del estudio de las micropartículas.


Retornando entonces a nuestra cuestión y tratando de analizar algunas cosas de la manera mas objetiva posible, hagamos la siguiente pregunta... ¿por que se mantiene vivo un organismo, una persona? ... Obviamente los factores son múltiples, pero como lo ha demostrado el retrovirus del SIDA de nada sirve una buena alimentación, de nada sirven nuestras creencias religiosas, ni nuestra moral ni nuestra inmoralidad, ni nuestra decencia o indecencia, ni nuestra inteligencia o imbecilidad... Si nuestro cuerpo no tiene los mecanismos de defensa intactos, no existe la mínima posibilidad de proyectos, de sueños, de... vida. Nuestra existencia expira de la “mano” de cualquier virus o microbio de los llamados oportunistas que de encontrar un organismo sano con las defensas intactas, no tendrían chance alguna de dañar. Un ser capaz de entender la naturaleza del cosmos, de discutir sobre la existencia o no de Dios, de crear música sublime,... muere penosamente porque no puede luchar con un simple microbio.


De manera parecida funcionan los grandes conglomerados sociales, sean estos insectos, animales superiores o seres humanos,… estos también se dan sus mecanismos de defensa a fin de preservar a sus “células” para que en conjunto sean una sociedad productiva. Cuando esto no ocurre, la sociedad se corrompe. Esto es lo que está ocurriendo actualmente y en forma creciente en nuestra sociedad. La inseguridad ha ganado las calles y el miedo se ha instalado en nuestras conciencias a nivel cotidiano donde el regreso a nuestra propia casa, nos convierte en protagonistas y potenciales víctimas involuntarios de una película de suspenso.


Sin embargo esta realidad colectiva de sentirse inseguros, no logra transformase en argumentos teóricos lo suficientemente sólidos como para oponerse a quienes desmienten la evidencia… tal como trataba de explicar en una nota anterior, donde tomando como ejemplo el drama de Galileo afirmaba justamente esto… que el punto clave, o el factor clave de este drama, es la negación de las evidencias por parte de ideólogos y/o ideologistas que transforman, (relativisticos discursos mediante), crueles realidades materiales en falacias y sofismas. Falacias y sofismas utilizados por las cabezas mas necias de los cortesanos gubernamentales y/o judiciales para tratar de defender y/o “explicar” situaciones que el mas elemental sentido común rechaza.


Un claro ejemplo de esto lo tenemos en la actualidad, en la persona del ministro de “seguridad” Fernandez, un miembro importante de este exclusivo club de negadores de evidencia y un consumado charlatán y sofista de opereta (o perfecto caradura… como le plazca), que en la semana que va del 9 al 13 de Marzo (no recuerdo el día exacto), al ser reporteado por Longobardi, apeló a un supuesto estudio de la Universidad de Belgrano (al que catalogó de “científico”), que “demostraba” que la inseguridad no ha variado sensiblemente en los últimos 15 años y que en realidad lo que se percibe es la sensación que de ella se tiene producto del periodismo que multiplica la misma información una y otra vez y que según este estudio “científico”, es la causa de tal sensación. Cualquier similitud con las “científicas” estadísticas del INDEC no es mera casualidad. Como tampoco es mera casualidad las concepciones abstractas de un par de miembros de la corte enrolados en lo que parecería ser el “criterio” (por llamarlo de alguna manera), abolicionista en lo penal criminalístico.


Pero este tema viene ya de algo mas de una década atrás cuando la legislatura porteña comandada en aquel entonces por Ibarra, procedieron a la derogación de los edictos policiales reemplazándolos por el famoso “Código de Convivencia Urbana”. Si nos atenemos por el nombre, “Código de Convivencia Urbana”, nos daría la sensación de haber estado ante un evento poco menos que revolucionario y en concordancia con lo que la gente hubiera esperado en materia de convivencia y seguridad,... sin embargo y como no podía haber sido de otra manera, no fue así y los resultados, crueles y dramáticos están a la vista.


Comentaba en aquella oportunidad a mis amigos, que resultaría muy difícil (y cansador), tratar de explicar el porqué aquel código como así también su concepción, haría de mi vida cotidiana, la de mis seres queridos, las de mis propios amigos y la de la enorme mayoría de la gente, un valor devaluado. ¿Y por que es difícil? ... porque estuvo concebido por personajes que no entendían, y que siguen sin entender absolutamente nada de lo que tratan. Que se presentan ante la sociedad con aire doctoral para tratar de explicar lo que toda la gente entiende perfectamente pero claro… al revés de las doctorales explicaciones que mezclan asuntos muy serios en la creencia que se puede hacer política vana e ideologismo vacuo de temas que requieren otro tipo de análisis y resultando muy intrincado además tratar de penetrar en los laberintos de estas mentes de naturaleza puramente discursivas.


Lamentablemente las manifestaciones callejeras, protestas y cabildos abiertos que protagonizaron en aquel entonces los vecinos para exigir de pleno derecho a tener una buena calidad de vida quedaron en la nada y en muchos casos los vecinos fueron tratados de intolerantes por los mismos ediles y Jueces que solo nos tienen reservados torpes discursos abstractos sobre la democracia, la libertad y la tolerancia.


En aquella oportunidad el Dr. Zaffaroni, era un integrante de lujo de aquel desaconsejado “consejo” y quizás el principal responsable ideológico de su tenor. El día 10-03-98 fue reporteado por el desaparecido Guinzburg quien al pedirle opinión sobre el novísimo código, desgranó una sarta de concepciones típicas de un diletante y dichas, claro está, en su clásico tono de suficiencia académica.


Una de aquellas concepciones, si bien simple, merece comentarse debido a que traza un patrón en la metodología del razonar de estas personas: …, a partir de la puesta en marcha del “novísimo” y “modernísimo” código de convivencia a los borrachos ya no se los podrá detener en la vía pública “siempre y cuando no “molesten”. Para justificar esta cuestión el Dr. Zaffaroni expuso el siguiente ecléctico razonamiento con la gravedad propia de quien ha descubierto algo trascendente: … “los borrachos son enfermos y la comisaría no es lugar para los enfermos”... bien, bien… sin duda algo de razón tiene, pero en esta “profunda” e “inteligente” observación, (que denota que de prevención no saben nada), se le olvidó mencionar que la calle tampoco es lugar apropiado para un borracho… además de hacerse el distraído y no especificar que entiende por no molestar.


Pero el Dr. Zaffaroni, que aún actualmente sigue relativizando el tema de la inseguridad opinando que “el temor de la gente es infundado” (tal las declaraciones al diario Chaqueño Norte), no estaba solo en sus elucubraciones ideológicas. La Sra. Jueza María Cristina Caminia del Tribunal Oral Nº 18 no se quedaba atrás en sus concepciones metafísicas: decía en aquella oportunidad la Sra. Jueza...


“la sanción del nuevo código no solo responde a modernas formas de convivencia (¿¿...??) sinó que además deberíamos festejar que fue elaborado por personas a quienes votamos.”... y agrega: “No puedo creer que la gente pida que se sancione al merodeador o al sospechoso. Yo creí que eso se había solucionado con la democracia, pero ahora me doy cuenta que no”.


Veamos un ejemplo mas reciente de barbarismo mental. El Programa Latinoamericano de Educación a distancia (PLED) convocó hace muy poco a cuatro “especialistas” para debatir la problemática de la inseguridad en el medio del fragor que provocó la declaración de S. Giménez después que le mataran a un amigo. Uno de esos “especialistas”, el Sr. Mariano Ciafardini, abogado, profesor de Criminología en la UBA y asesor en cuestiones de seguridad del Partido Solidario (¿¿…??) opinó, o mejor dicho decreta de manera grosera y ofensiva desde su particular Olimpo ideológico, lo siguiente:


“La criminalidad no es un fenómeno natural inherente al ser humano de todos los tiempos, es un fenómeno histórico, con fecha de nacimiento. Es algo que surgió históricamente en un momento determinado, con la modernidad y como algo inherente al capitalismo”… o mas adelante… “…el capitalismo es intrínsicamente criminal…” y casi terminando pregona drásticamente una joyita como la siguiente… “una reacción violenta por parte de un chico que se considera excluido, es casi un signo de salud mental”.


¡Y este Sr. es profesor Universitario! … ¡este Sr. educa a las nuevas generaciones!.


Espero no verlo nunca al benemérito profesor en el drama de tener que llorar el asesinato de un hijo o de cualquier ser querido. Aunque probablemente la fantasmagoría ideológica de estos personajes le harían acariciar con ternura la cabecita de cualquier asesino para calmarlo y explicarle que en realidad el es una víctima social y por lo tanto no es responsable de nada. En fraternal hermandad le explicará adusta y académicamente, que el verdadero responsable de su “saludable acción asesina”, es el mismísimo Adam Smith, el neo liberalismo, Bush, el pato Donald y el imperio Norteamericano.


Y claro… deducir luego de semejante premisa, que a una victima no se la puede condenar, se cae de maduro, tal como reza el dicho popular. Pero esta verdad de Perogrullo, que es utilizada por estos patéticos personajes para sacar patente de profundos y sensibles, no logra explicar entonces en que categoría cae el que recibe la gracia de la “mentalmente saludable víctima social”. Seguramente de seguir con el razonamiento deductivo empleado, tampoco sería muy difícil “demostrar” o categorizar al que recibe tal ataque como un estúpido social, insano mental por pedir seguridad y responsable indirecto de convertir al “mentalmente saludable chico excluido” que lo atacó en la “victima social” de la que antes hablábamos.


Varios conceptos llaman la atención en estos discursos diletantes y peligrosos, pero uno de estos conceptos sumamente irritante para una mediana inteligencia, es el abuso que se hace de las palabras democracia, tolerancia o peor aún de la palabra “ciencia” o “científico”. Estos Sres. está tan lejos del la ciencia, de su cosmovisión y de su espíritu, como lo están Horangel, Ludovica Squirru o la Escuela espiritista Basilio que afirmando que se puede hablar con los muertos, se autodefine como científica.


Sin duda que estos temas deben tratarse con profundidad y ciencia, ya que de lo contrario el precio a pagar es muy oneroso. Corregir errores después de desquiciar una sociedad, no se logra fácilmente. El hacerlo, (y es necesario hacerlo) provoca traumas muy profundos y generalmente no se logra sin el rostro legal y violento de la represión,... ya no se trata de aquella empleada para prevenir.


Un simple ejemplo: ... el permitir por largo tiempo y en forma indiscriminada la venta ambulante o las ocupaciones ilegales, genera situaciones de hecho muy riesgosas e intrincadas, donde se va creando toda una madeja de intereses combinados que luego no se puede deshacer fácilmente y menos aún sin provocar, tal como antes dije, situaciones dramáticas, ... situaciones estas que luego serán aprovechadas por los alucinados de siempre que solo conciben la realidad de una manera abstracta, con una alarmante cuota de arrastre ideológico… y que sin culparse absolutamente de nada, ni aportando jamás solución alguna, alimentan el circulo vicioso que va deteriorando a los mecanismos de defensa ... igual que el virus del SIDA.


Pero no solo están lejos de la ciencia (ni hablar de las duras), sinó que también están lejos de la filosofía. De estarlo hubieran recaído en Platón donde en el libro II de “La República” describe magistralmente la naturaleza humana en la fabula de Giges y el anillo que por casualidad encontró después de un terremoto. Giges (según dicha fabula) era un modesto pastor que servía al Rey de Lidia y el anillo tenía la mágica propiedad de hacerlo invisible de acuerdo a como lo movía en su dedo. Cuando tomó conciencia del poder que esto significaba se hizo incluir en la nómina de los mensajeros que prestaban servicios al rey. De esta manera llegó al palacio, sedujo a la reina y con la ayuda de esta, asesinó al rey y se apoderó del trono… todo esto ayudado por su invisibilidad… solución perfecta para escapar de la observación de los demás y por ende del control social.


Platón quiso con esta fábula demostrar que el hombre nunca es justo por naturaleza sino que lo es porque es obligado por el peso de la ley. Es decir que sólo actuamos correctamente, porque no tenemos oportunidad de cometer injusticias. Y lo decía por boca de Glaucón de esta manera:


“Para darnos mejor cuenta de cómo los buenos lo son contra su voluntad, porque no pueden ser malos, bastará con imaginar que hacemos lo siguiente: demos a todos, justos a injustos, licencia para hacer lo que se les antoje y después sigámosles para ver adónde llevan a cada cual sus apetitos. Entonces sorprenderemos en flagrante al justo recorriendo los mismos caminos que el injusto, impulsado por el interés propio, finalidad que todo ser está dispuesto por naturaleza a perseguir como un bien, aunque la ley desvíe por fuerza esta tendencia y la encamine al respeto de la igualdad .” (*)


Este último párrafo (*), muestra de manera brillante dos aspectos fundamentales de la problemática humana: “todo ser esta dispuesto por naturaleza a delinquir”… y… “es la ley la que desvía por fuerza esta tendencia”.


Sin embargo unos 2400 años después, y a pesar de contar con toda la batería de las neurociencias, con todo el aporte de la psicología y sociología moderna y seria,… nada se ha aprendido y hombres del siglo XXI tales como los anteriormente mencionados (y que son tan solo unos pocos), aparecen como enanos mentales al lado de la “simpleza” profunda y contundente de Platón que ha pesar de vivir mas de dos milenios antes que surgiera el capitalismo y a pesar de los Ciafardini, ya se ocupaba magistralmente del problema de la delincuencia como parte indisoluble de la naturaleza humana.


Hay que reconocer que este asunto de relativizar y democratizar las culpas le viene como anillo al dedo a ciertos políticos y/o pensadores progres. Hemos escuchado infinidad de veces a estos señores afirmar que si estamos mal, es culpa de todos… de toda la sociedad… Traducido,… ellos desquician una sociedad, se aprovechan de ella para propio beneficio,… y cuando el desaguisado muestra el rostro dramático del descontrol, miseria y marginalidad, es todo el conjunto social quien tiene la culpa… es decir, la abrumadora mayoría de la gente que trabaja decentemente. Siguiendo en la misma línea de razonamiento… no es difícil comprender entonces el porque estos personajes tienen tanta afinidad y preocupación por los delincuentes… perdón… por las mentalmente saludables victimas.


Pero si de ejemplos se trata de alguien que ha entendido muy bien a Platón, veamos que es lo que ha venido ocurriendo…


EN EL CENTRO DEL MUNDO


Hasta hace algunos años NUEVA YORK era la ciudad más peligrosa del mundo. Las puestas en práctica de políticas de prevenciones pragmáticas y acertadas redujeron la tasa de criminalidad a solo una tercera parte. Según Marina Aizen, corresponsal del diario Clarín, esta tendencia no solo se verifica en barrios de clase alta, sinó, y sobre todo, en los reductos más peligrosos de Brooklyn, Manhatan o el Bronx, donde hasta hace muy poco era imposible asomar la nariz, aún de día. Los ejemplos de esta impresionante reducción del crimen serían muy largos de exponer. Solo es importante saber que esto es así, pero mas interesante aún es el averiguar, como ha sido posible un hecho que, sin ninguna duda, podríamos tildar de avanzado.


Tal como sigue relatando la corresponsal, “no hay demasiado misterio en lo que hizo la Administración de Mister Giuliani (tal el nombre del ex Intendente que todavía no fue ascendido a Gobernador tal como ocurrió aquí, por estas tierras Pampas). Lo primero, fue manejar los recursos de la fuerza como una verdadera corporación privada. Luego se pusieron en práctica y se diseñaron modernos sistemas de computación (el Compstat)”... cuyo funcionamiento no viene al caso describir.


Lo que importa sobremanera, es la decisión política, de implementar un método de prevención que se dio en llamar, de “Broken Windows” (ventanas rotas) y que revolucionó completamente el modus operandi de la fuerza. ¿Y en que consiste esta política? ... ¡ Pues nada menos que en considerar que los delitos menores como orinar en la calle, tomar cerveza o escuchar música demasiado fuerte en la misma, terminan conduciendo a los crímenes de mayor envergadura y afectan la calidad de vida de la comunidad !.

La premisa base de esta consideración reside en el hecho objetivo que la criminalidad es una carrera que no se inicia asaltando un banco… se inicia justamente con delitos menores como los señalados antes o con el arrebato… y es precisamente ahí donde se pone todo el esfuerzo represivo para abortar dicha carrera.


Cuando Giuliani y Bratton (el comisionado), comenzaron a impartir esta nueva política, hubo cierta desconfianza que pudiera rendir algún fruto. Hasta entonces, estos delitos, eran tolerados sin chistar. ... Ya no es posible hacerlo, y al poder arrestar por estas causas menores, la policía tiene una excusa para palpar a la gente de armas. En consecuencia los “buenos muchachos” dejan la “ferretería” en casa a sabiendas que solo basta una sospecha para ser detenidos e interrogados por la policía.


Sigamos un poco más con Mister Giuliani y su “Ciudad Gótica”.


En el año 97 fue anunciada en N.Y. la campaña de “tolerancia cero” contra conductores, ciclistas y peatones que cometieran infracciones de tránsito. Esta campaña entró en vigor el 24-3-98 con fuertes multas de hasta 500 dólares y otras sanciones como retirar la licencia de conductor a quien ha cometido mas de ocho infracciones. Atravesar la luz roja le costará a un ciclista 100 dólares. Y tampoco le saldrá barato a los peatones descender de las veredas sin mirar, o pasar un semáforo cuando aparece la leyenda STOP. Y opinaba “Rudy el duro” (tal como se lo llamaba al intendente)...


“no prestar atención a las señales de tráfico puede ser simpático, pero a veces ser simpático es ser irresponsable.”


Todo esto va acompañado de una fuerte campaña para enseñar buenos modales que supone el cierre de gran parte del centro de la ciudad, el acatamiento del código de vestuario en las escuelas y oficinas municipales y el trato más cordial con los vecinos. Y Giuliani seguía explicando su teoría...


“tenemos que darnos cuenta que los comportamientos desconsiderados producen desorden y, mas importante aún, vamos a reconocer el significado de la verdadera conducta. Esta mejora la Ciudad y nos une a todos día a día.”


Y para que su mensaje se entendiera mejor, narró la anécdota de un peatón imprudente, que al ser llevado a la comisaría por cruzar mal una calle, se descubrió que estaba relacionado con varios robos.


El hecho que se lleven a un simple peatón a la comisaría por cruzar mal o nervioso una calle, está en perfecta concordancia con la política de “Broken Windows”: La policía está autorizada a detener por mera sospecha. Y a pesar que algunos ideólogos locales no puedan entenderlo, este es el principal ingrediente y el espíritu, de una sencilla pero eficaz política preventiva que, a no dudarlo, produce baile de San Vito en nuestros demócratas y humanistas de cotillón.


Sin embargo no todo fueron rosas para “Rudy el Duro”. Según seguía comentando en aquella época la corresponsal, “está siendo blanco de los críticos que romantizan el desorden del pasado asegurando estos, que le ha sacado brillo y encanto a la Ciudad haciéndola mas aburrida”. Claro que estos “románticos” del crimen, no especifican para quiénes está resultando aburrida la Ciudad. Sin duda no para los vecinos y sí para el Sr. Herald Fahringer por ejemplo, quien era abogado defensor de varios sex-shops, que fueron afectados por la prohibición de Giuliani de establecer sus locales en ciertas zonas.


En cambio nosotros, y gracias a que contábamos en aquella oportunidad con autoridades muy “modernas”, se romantizó el desorden del futuro (hoy presente), cuando al autorizar todo tipo de bailantas, prostitución callejera, ruidos molestos, tomas alevosas de calles y avenidas, ocupaciones ilegales, destrucción por grafittis de frentes y patrimonio artístico, borrachos, vagos, mendigos, cirujas de a pié y a caballo, y toda especie de tropelías y desatinos… se está logrando convertir a Bs. As. y a importantes ciudades de la Provincia y el interior, en la antigua N.Y. con todo su “encanto”, “brillo”, y “alegría” criminal de antaño.


Lo importante a tener en cuenta como centro del análisis, es la comparación entre lo que es considerado prioritario para las autoridades de N.Y. y lo que es ídem para las autoridades criollas. Las primeras priorizan la seguridad y la calidad de vida de las mayorías ciudadanas. Para las segundas en cambio, lo prioritario es la seguridad y tranquilidad de cualquier tipo de marginalidad, en contra de la calidad de vida de estas mayorías.


Las autoridades de N.Y. emplean para sus logros, el arma efectiva de la “represión” y el control policial, elevando la moral y el respeto de la misma y hacia la misma para hacer respetar la ley. De forma “similar”, nuestras “modernas y progresistas” autoridades, invirtiendo el criterio anterior, logran para Bs. As. y el resto del País,... exactamente lo contrario. ... Estos “sensibles” y payasescos demócratas, no dudarían en calificar a Mister Giuliani como una suerte de Neo Nazi intolerante


EPILOGO


Como se ve, la actitud y los resultados de la primera acción de gobierno de aquellos “pequeños gobernantes de ciudad”, y de alguna muestra ínfima de ideólogos de cotillón, ha demostrado una vez mas que no estuvieron (y nunca lo estarán), a la altura de las circunstancias y de la confianza que la ciudadanía puso y pone en ellos cuando emite su voto. No están solo en contra de la gente y su calidad de vida... por lo visto están en contra del mundo, en absoluta contramano con la tendencia actual de países líderes y más maduros en prácticas democráticas.


El empleo que la Señora Jueza hace de palabras o frases del tipo “deberíamos festejar...”, para mas adelante alarmarse por la reacción social diciendo...“no puedo creer que la gente pida que se detenga al merodeador, etc., etc.”,.... o la expresión mas “respetuosa” de “trabajadoras sexuales” que empleó Ibarra en aquella oportunidad, o la barbaridad de los conceptos vertidos por Ciafardini, no es pura casualidad. Como tampoco lo es el afirmar, tal como lo hacen algunos actuales Jueces y/o ideologos, que las cárceles no sirven para nada, que reprimir con la ley en la mano es “autoritarismo, etc., etc. Ello encierra concepciones ideológicas y de pensamiento bastante claras que empleando métodos de la Semántica General (en este caso, quizás solo sentido común), se pueden llegar a dilucidar.


Son meros diletantes que tratan de aplicar a la naturaleza y al hombre “principios o creencias” derivados del pensamiento y no del mundo exterior con toda su multiplicidad y complejidad de relaciones. Por el contrario las invierten, ponen abajo lo que corresponde arriba y construyen el mundo real según “la idea”; según esquemas o categorías salidas de sus afiebrados cerebros y (nunca me cansaré de repetirlo), tomando sus propias creencias como criterio de verdad y los eslóganes por argumentos.


En cierto sentido son metafísicos. No sacan de la realidad y del estudio de las relaciones de los objetos que la componen, enseñanzas en cuanto a resultados, y al no hacerlo no pueden explicarse por ejemplo, el porqué la gente no aceptó y no acepta las “modernas formas de convivencia” salidas del pensamiento abstracto (creencias) de estos dirigentes. Como además no tienen la mínima formación científica (aunque empleen esta palabra o concepto abusivamente) niegan las evidencias, tal como ya fue señalado, poniéndose además de forma extremadamente crítica con la gente que reclama mas seguridad.


Esto no es una elucubración teórica,... puede y se está convirtiendo en un hecho peligroso. El no entender y no aceptar los resultados de sus acciones en el mundo real, actuarán como los teólogos juzgando a aquellos que no acepten la doctrina. En su engreído purismo estos personajes no creen en “la cosa en si”, creen que la realidad es su autoconciencia, es lo que “debería ser” según su particular catecismo ideológico.


Pero estas personas no son únicas, son muchas las enroladas en esta filosofía especulativa llamada pomposamente “posmodernista” y que a dado lugar a un relativismo tan radical que pone en duda hasta la ley de gravedad y donde cualquier cosa y/o barbaridad es justificada dando lugar a frases sofistas del tipo… “no hay hechos… solo interpretaciones”, que el “filosofo” oficial Juan Pablo Feinnman exhibe de manera descarada en su programa de televisión que emite el canal oficial y que en forma también descarada se autotitula como “publico”.


Al relativizar los hechos y convertirlos en meros discursos especulativos logran desproteger a las mayorías, convirtiéndose en forma automática en factores contrarios al ideario democrático que profesan y quedan al descubierto mostrando solo sus huecos discursos. Por otra parte les quitan a estas mayorías el derecho a defenderse, y si lo hacen, éstas serán juzgadas como intolerantes y criminales, indicando esto, que tampoco entienden de naturaleza o comportamiento humano tal como Platón lo razonaba en la fabula de Giges ya expuesta.


La absoluta certeza que tiene el común de los ciudadanos, es que la protección va dirigida solo a los marginales y lo que es peor aún,... esto parece ser la única preocupación de estos dirigentes además de no aportar absolutamente nada en cuanto a mejorar la situación de marginalidad que denuncian rasgándose las vestiduras ya que defienden a ultranza y tozudamente en sus teorías y discursos, los métodos socializantes que han sido y son en la actualidad la principal causa de miseria y marginalidad de no pocas sociedades del mundo.


Poco a poco se fue creando este presente de tolerancia para cualquier tipo de marginalidad donde la muerte,... esa maldita traidora de sonrisa eterna,... camina libre de toda atadura, a sabiendas que tiene la mayor libertad de acción gracias a la permisividad e inacción de los responsables de esta “moderna” argentina “progresista y productiva”.


Es por ello que muy tranquila,... animará a cualquier cobarde o desecho humano de cualquier sexo y edad, para ser su brazo asesino. Engolosinada en su tarea de producir dolor, elegirá arteramente quien o quienes morirán este día. ... ¿Qué padres llorarán hoy a su hijo?, ... ¿Qué hijo llorará hoy a sus padres ... o el hermano a su hermano?, ... ¿Que buen amigo hoy no me tendrá para conversar?


Pero claro… a quien puede importarle nuestro dolor y nuestras lágrimas… nosotros y la mayoría de la sociedad las seguiremos secando viviendo en medio del temor y las amenazas mientras por ahí, ya sea en televisión o en adustas mesas redondas, estarán los canallas de los Feinnman y los Ciafardini para explicarnos que “no hay hechos”, que “todo es relativo”, que “todo es cuestión de cómo se lo interprete”, que “en realidad el temor es infundado”, que “la culpa de todo la tiene el capitalismo” y que añorando muros y alambrados nos proponen como solución a la marginalidad, paraísos socialistas como la extinta URSS, la China de “la revolución cultural” o la canonizada Cuba de Fidel… además de hacernos notar de manera brutal e insolente que el criminal que arruina de por vida a una familia es un saludable mental.





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